domingo, 30 de enero de 2011

El Amor alivia el dolor físico

El amor apasionado produce analgesia o alivio del dolor físico en áreas cerebrales donde actúan los medicamentos. Descubrimiento Stanford University School of Medicine.

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El amor alivia el dolor no solo el emocional, también el físico. Cada vez sabemos más de los efectos de las emociones sobre nuestro cerebro. El amor apasionado, el enamoramiento puede aliviar el dolor con la misma eficacia que los calmantes e incluso igual que algunas drogas ilegales como la cocaína.

Esto se produce porque el amor intenso activa las mismas áreas del cerebro (áreas de recompensa cerebral) que son las que tratan estos medicamentos. En De psicología el amor alivia el dolor físico.

Según los científicos este efecto es posible porque el amor intenso activa las mismas áreas donde actúan estos medicamentos. En estás áreas, los sistemas de recompensa del cerebro es donde se genera la dopamina. El efecto del neurotrasmisor dopamina es vital para nuestro estado de ánimo y nuestra experiencia del dolor.

Sean Mackey director del estudio comenta en un comunicado de la Universidad de Standford

Cuando la gente se encuentra en la fase más apasionada del enamoramiento se producen alteraciones significativas en su estado de ánimo que impactan en su experiencia del dolor, comprender cómo se establecen las vías de recompensa que alivian el dolor podría servir para desarrollar nuevos métodos calmantes más eficaz.

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Sean Mackey ha colaborado en esta investigación con Stony Brook de la University de Nueva York, y Arthur Aron, un científico que lleva 30 años estudiando el fenómeno del amor.

  • Los autores de la investigación coinciden en una conferencia de Neurociencia, contrastan ideas y surge la hipótesis, los sistemas neuronales implicados en el amor estaban profundamente relacionados con los implicados con el dolor. Los científicos se preguntaron si era posible ambos sistemas se modularan recíprocamente y se pusieron a investigar tal relación.

Experimento

  • Participan 15 estudiantes universitarios perdidamente enamorados y que se encontraban en las primeras fases de su relaciones de pareja (cuando se dan los síntomas de euforia, pensar de forma obsesiva en la persona amada, anhelar de manera permanente su presencia etc).
  • Esta forma de amor apasionado es muy similar a la adicción, afirman los científicos. A raíz de otro estudio especialistas de la Universidad de Yeshiva en Estados Unidos llegaron a una conclusión similar.

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Se contrastó cuando una persona es abandonada por la pareja a la que ama se pone en marcha ciertas regiones cerebrales relacionadas con el anhelo y las adicciones. Según las investigaciones de la Universidad de Yeshiva, el romanticismo sería una adicción natural , tanto si nos hace felices como si nos hace infelices.

En el experimento

  • Se les pide a los participantes que trajeran fotos de sus parejas y de dos personas conocidas que tuvieran un atractivo similar al de sus parejas.
  • Durante el experimento a los estudiantes se les presentaron de manera intermitente las imágenes aportadas, mientras se les sometía a una sensación de dolor suave, con un estimulador térmico controlado por un ordenador que tenían colocado en la mano. brain_3
  • Al mismo tiempo los investigadores registraban la actividad cerebral de los participantes con tecnología de resonancia magnético funcional (fMRi)
  • Los investigadores registran a su vez, el alivio del dolor, producido por las imágenes aparecidas y ciertas frases de distracción como “piensa en un deporte que se juegue sin pelota” (Evidencias científicas previas habían demostrado que las distracciones pueden aliviar el dolor). Mackey y Aron querían confirmar que el amor no funcionaba como una distracción en el alivio del dolor físico.

Los resultados

Tanto las distracciones verdaderas y el enamoramiento reducen el dolor mucho más que mirar la foto de una persona conocida que resulte atractiva (la segunda foto aportada)

Sin embargo en ambos casos no se activan las mismas regiones cerebrales. En las pruebas de distracción el alivio del dolor fue mayormente cognitivo asociado a áreas corticales del cerebro.22cannabiscerebro(1)

La analgesia inducida por amor, estuvo relacionada con las áreas de recompensa del cerebro, estructuras profundas que pueden bloquear el dolor a nivel espinal, tal como pueden hacer los analgésicos opiáceos por ejemplo.

Una de las regiones clave del alivio del dolor provocado por el amor, era el núcleo accumbers, un área del cerebro que se cree tiene un papel importante en la recompensa, el placer, la risa, la adicción etc.

Fuente|www.bioethicshawaii.org/

¿Sabes porqué reír es sano?

Cuando te ríes te sientes mejor, y el reírse es una actividad que se puede fomentar, de ahí las prácticas que habrás escuchado llamadas Risoterapia. En Depsicología te contamos porque reír es sano.

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El psicólogo Robert McGrath de la Universidad de Wisconsin-Madison, ha investigado el porqué la risa es beneficiosa para salud. En sus investigaciones ha encontrado que:

  • El humor reduce las hormonas que causan estrés como el cortisol.
  • Al reír no solo nos sentimos felices en ese momento sino que además.
  • nuestro ritmo cardíaco aumenta.
  • Nuestro sistema inmune se estimula.
  • Nuestro Areúsal o estado de alerta se potencia.
  • Ante situaciones difíciles el humor y la risa pueden ayudaros a tomar.
  • distancia y a tomar mejores decisiones.

Lo que hacemos condiciona cómo nos sentimos. Mientras te ríes te sientes bien, por eso la risoterápia usa el poder de la risa para encarar la vida de otra forma. Una situación difícil no cambiará porque me ría pensarás.

Estás en lo cierto, pero sí puede cambiar la percepción que tu tengas de esa situación. La preocupación es un habito nocivo, rumiar tus problemas no ayuda a soluciónalos, al contrario te hace sentir cada vez peor y te puede llevar a deprimirte.

Risoterapia pulsa para ver técnicas

¿Porqué cuando has visto una película y te has reído te sientes mejor?. Precisamente porque la risa te hace disfrutar del momento, es el !carpe diem!, mientras te ríes no importa nada más que ese momento. ¿La vida debería ser así, no crees?, vivir cada instante como si fuera el primero, como si lo acabáramos de descubrir.

La próxima vez que tengas un problema, y te sientas mal, !haz la prueba!, trata por todos los medios de pensar en algo que te cause risa, saca tu parte divertida y verás como e sientes mucho mejor.

El amor a la música sobrevive a la amnesia más severa

Oliver Sacks ha escrito un artículo para el diario The New Yorker sobre cómo la habilidad musical sobrevive aun a las más severas amnesias. En el artículo hace referencia al famoso caso de Clive Wearing.

Clive Wearing, es un británico estudioso de la música clásica, conductor y tecladista que sufrió un caso grave de amnesia retro-anterograda, una conjunción de amnesia retrógrada y anterograda. La mas conocida es la amnesia retrograda, donde se olvidan los recuerdos pasados mientras que la amnesia anterograda implica una dificultad para formar nuevos recuerdos. Los hechos son retenidos en la conciencia por lapsos muy breves (minutos o segundos nada más) y luego se desvanecen sin llegar a formar nuevos recuerdos.

La amnesia del británico fue causada por una encefalitis herpética, un virus que en su caso ataco varios centros importantes del cerebro relacionados con la memoria, tales como la amígdala y el hipocampo, la primera relacionada con los aspectos mas afectivos de la memoria y el segundo involucrado en la memoria de largo plazo. De su vida antes del accidente recuerda muy poco, sabe que tuvo e hijos pero no puede retener sus nombres.

Sin embargo y a pesar de lo grave de su enfermedad, su capacidad musical no ha sido afectada, aunque no tiene recuerdo de cómo ni cuando adquirió estos conocimientos.

La vida de esto hombre ya ha sido objeto varios estudios científicos, dos documentales y recientemente su esposa ha publicado un libro llamado “Forever Today”.

Oliver Sacks, un neurólogo famoso, afecto a escribir libros amenos y sensibles sobre los mas extraños casos neurológicos esta preparando un nuevo libro llamado “Musicofilia” donde incluirá, entre otros casos, parte de la vida de este hombre.

Ranking de países más felices del mundo


El primer lugar de la lista que realizó el Instituto Legatum lo ocupa Noruega, seguida por Dinamarca y Finlandia. Perú está en el puesto 73.

Países desarrollados encabezan lista, principalmente escandinavos y anglosajones. (Difusión)

La revista Forbes presentó un ranking de los países más felices del mundo. El listado es parte de un estudio realizado por el Instituto Legatum de Londres, que –a base del ‘índice de prosperidad’– clasificó a 110 países, cubriendo el 90% de la población mundial.

El ranking lo encabezan países desarrollados, principalmente escandinavos y anglosajones. Noruega ocupa la cima de la tabla, seguida por Dinamarca, Finlandia, Australia y Nueva Zelanda. Completan los 10 primeros puestos Suecia, Canadá, Suiza, Holanda y Estados Unidos.

En cuanto a Sudamérica, Uruguay (puesto 28) es el primero en el ranking, seguido por Chile (33), Argentina (41), Brasil (45), Colombia (65) y Paraguay (67). El Perú está en el lugar 73, mientras que Venezuela está en el puesto 75, Ecuador en el 77 y Bolivia se encuentra en el lugar 82 del listado.

EL MÉTODO. Para construir el ‘índice de prosperidad’, sus impulsores reunieron datos de doce fuentes. Cada nación se clasifica en 89 variables clasificadas en ocho apartados: la economía, el espíritu empresarial, el gobierno, la educación, la salud, la seguridad, la libertad personal y el capital social.

Se trata de un concepto de felicidad relativo y discutible con diferentes argumentos y visiones. Noruega, por ejemplo, tiene una de las mayores tasas de suicidio de todo el mundo. Aquí puedes descargar el informe completo y observar el ranking con todas sus calificaciones.

LA CAPACIDAD DE APRENDER MUSICA


La capacidad de aprender música, y el aprendizaje en general atravez de cursos, talleres, etc, algunas veces se nos muestra como una tarea muy complicada y tortuosa, se nos ha vendido la idea de que tenemos o no habilidades para la música, si bien es cierto que manejar los notas y sus acordes, NO es una tarea fácil. Comparándola con otras tares que hace el ser humano, como caminar erguidos en dos piernas o hablar y entender un idioma, por lo general antes de cumplir 2 años de edad, nos muestran lo fácil que debería ser aprender música. (tengamos en cuenta que estas dos ultimas habilidades no las ha podido realizar NINGUNA máquina)

¿Porque entonces nos cuesta tanto trabajo aprender música? comparando nuevamente esta habilidad con las anteriores (caminar, hablar e interpretar un idioma) vemos varias diferencias:

Tiempo: Aprendemos música solamente si suponemos que tenemos esta habilidad (la mayoría de las personas suponemos que no nacimos con ella, desaprovechando el momento en que más capacidad de aprendizaje tenemos de aprender. Gracias a que los adultos subestimamos las habilidades de los niños. Las personas que hablan perfectamente un idioma lo hacen gracias a que lo aprendieron en sus primeros años de vida. La música es un idioma con solo 8 notas

Frecuencia: Escuchamos e intentamos hablar y caminar desde el primer día de nacidos. El contacto con el lenguaje musical es ajeno a nosotros o mínimo, pasaría lo mismo con el lenguaje hablado si los adultos habláramos todo el tiempo en voz baja. nuestra habilidad para la música es similar a la habilidad para una lengua extranjera (ingles, Japonés o italiano ) ya que estamos muy lejos de un contacto permanente

Forma: Cada logro que obtenemos por más insignificante que sea es admirado y apreciado, casi NUNCA nos corrigen (NO de la manera como se corrige a un niño cuando aprende música). Tarde o temprano todos alcanzamos a hacerlo, gracias a que sabemos que podemos hacerlo mejor día a día, SIN necesidad de que nos lo digan. nos apasionamos por hacerlo bien y rápido

Velocidad: Nadie se detiene en la labor de enseñarnos a hablar o a caminar (porque nadie sabe que nos esta enseñando) sino que somos estimulados muy rápidamente lo que hace nuestro aprendizaje divertido, en comparación con el excesivo tiempo que se toman para enseñarnos música convirtiéndolas en monótonas, otra vez por subestimar las capacidades de los niños.

Saber música, no solamente es una materia, es una habilidad del cerebro humano y como todas las habilidades, dependen más de la manera como las percibimos, que de las capacidades, ya que esta científicamente comprobado que NINGÚN ser humano ha explotado ni tan siquiera el 1/1000 de las capacidades, esta no es una idea es el porcentaje de neuronas que se interconectan en SINAPSIS, en comparación con los miles de millones de neuronas que producimos, y que mueren por NO ser utilizadas en interconexiones.

¿A más cercanía, peor comunicación?

Una reciente investigación determinó que cuando dos personas se conocen demasiado bien, sus lenguajes se vuelven peligrosamente ambiguos.



Este fenómeno pude provocar problemas en las parejas. (Internet)

Una investigación publicada en el Journal of Experimental Social Psychology determinó que cuando dos personas se conocen demasiado bien sus lenguajes se vuelven peligrosamente ambiguos. Psicólogos creen que esto puede producir malentendidos a largo plazo e, incluso, problemas dentro de una pareja.

El estudio, llevado a cabo por la Universidad de Chicago y el Williams College de Massachusetts, Estados Unidos, reveló que a menudo las parejas y los buenos amigos se comunican entre sí de peor manera que dos personas extrañas entre sí.

Según afirman, este fenómeno podría causar problemas graves dentro de la pareja. “La gente comúnmente cree que posee una mejor comunicación con los amigos cercanos que con extraños. Esta similitud puede llevar a las personas a sobreestimar lo bien que se comunican. Su lenguaje puede ser tan ambiguo que el cerebro se vuelve perezoso, pero puede ser contraproducente y el malentendido puede llevar a conflictos en el futuro”, Boaz Keysar, coautor de la investigación, a The Telegraph.

El científico dijo que llevó a cabo el trabajo para demostrarle a su esposa que algunas cosas que piensa que las dice con claridad, no siempre lo son. El equipo realizó la investigación con 24 matrimonios. Los esposos se sentaron en sillas de espaldas el uno al otro y trataron de discernir el significado de las de frases ambiguas que decía el otro.

‘Bocinazos’ aumentan riesgo de derrame

Por cada 10 decibelios adicionales de ruido, las posibilidades aumentan en 27%, sobre todo en los mayores de 65 años, reveló un estudio.

La contaminación sonora tiene un mayor impacto en los adultos mayores. (Difusión)

La exposición al ruido del tránsito incrementa el riesgo de un derrame cerebral, particularmente en las personas mayores de 65 años, reveló una nueva investigación que se realizó en Dinamarca con más de 51 mil personas.

El estudio reveló que, en promedio, por cada 10 decibelios (dB) adicionales de ruido, el riesgo de un ataque cerebral aumenta en 14%. Pero entre los mayores de 65 años ese riesgo se incrementa 27%, explica la Revista Europea del Corazón

Además, otra investigación realizada por el Instituto de Epidemiología de Cáncer en Copenague siguió a 51,485 personas de entre 50 y 64 años durante 10 años. De ellos, 1,881 de los participantes sufrieron un derrame.

La doctora Mette Sorensen y su equipo analizaron las historias clínicas de los participantes para calcular el efecto de la contaminación, la exposición a ruido de ferrocarriles, autos y aviones a los que habían sido expuestos.

Los resultados mostraron que 8% del total de los participantes que sufrieron un derrame podía atribuirse al ruido del tráfico. Pero entre los mayores de 65 años la cifra aumentó a 19%.

EN LIMA. Una medición hecha en Lima por el Taller de Investigación de Radio de la Universidad San Martín de Porres señala que en la avenida Javier Prado se registran entre 85 y 87 decibelios. Para la Organización Mundial de la Salud, por encima de los 70 decibelios los sonidos ya resultan molestos, y si superan los 90 se vuelven dañinos.

La educación musical, muy adecuada para los niños

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Muchos padres son conscientes de lo positiva que es la música en los niños y por esta razón, cada vez hay más niños que van a clases para aprender música. La verdad es que todo son ventajas pues la música favorece el desarrollo positivo de los niños en muchos aspectos.

Aprender música ayuda a comprender mejor las matemáticas ya que el proceso que realiza el cerebro para la comprensión de las notas musicales es similar al que realiza para la comprensión de las operaciones matemáticas. Estimula la memoria, la sensibilidad, la imaginación y su memoria.

Permite formar nuevas conexiones neuronales entre los dos hemisferios del cerebro, con lo que su capacidad de aprendizaje aumenta. Las capacidades de expresión se ven aumentadas y el niño realiza reflexiones más profundas adquiriendo mayor conocimiento y conciencia de las cosas.

El oído también recibe su parte de beneficio, el niño agudiza y afina más el oído, además favorece la coordinación para realizar dos tareas a la vez. Podríamos continuar, la educación musical tan sólo trae beneficios, gran cantidad de ellos. Son muchos los expertos que recomiendan iniciar a los niños en este fantástico mundo, para ello se pueden utilizar diferentes métodos, todos son adecuados y son más una elección personal en base a la observación de las capacidades del niño.


Podemos optar por el método Suzuki, éste parte de la idea de que todo niño posee su talento y, al igual que aprenden a hablar, del mismo modo pueden aprender música, imitando los sonidos, habituándose a ellos, pero siempre contando con la valoración positiva de los padres y realizando pequeños esfuerzos repetitivos para mejorar.


El método Dalcroce pretende enseñar al niño música a través de la mezcla melódica con los movimientos, unos guiados, otros espontáneos, pero en definitiva, ayudan a que el niño descubra todos los componentes que rodean el mundo de la música.

Finalmente se puede optar por el método Orff, éste se basa en el ritmo del lenguaje para poder enseñar al niño el ritmo de una música determinada.

Si te has decidido a que tu pequeño aprenda música, debes saber que los instrumentos de percusión son los más sencillos para iniciarle en el mundo de la música, un instrumento, un buen profesor y el apoyo incondicional de los padres son tremendamente eficaces para introducirse de lleno en el mundo musical.

¿Por qué aprender y enseñar música?





Autor: José Rueda C.

La Música es Ciencia

Ya que trabaja con elementos tangibles y cuantificables como frecuencia, intensidad, volumen, melodía, armonía, métrica, etc. Se considera ciencia al estudio de la interrelación magistral de los anteriores elementos. (Prov 19:2 N.V.I. "El afán sin conocimiento no vale nada; mucho yerra quien mucho corre".

La Música es Historia

Usualmente la música refleja el entorno de la época y la época de su creación, mostrando los sentimientos nacionales y o raciales de su origen. (Exodo 15:20-21 "Miriam tomó una pandereta y mientras todas las mujeres la seguían danzando y tocando, Miriam les cantaba así:...")

La Música es Matemáticas

El ritmo es la subdivisión del tiempo en fracciones simétricas, esto permite la ejecución lógica de la música. (Salmo 47:7 "Porque Jehová es el Rey de toda la tierra; cantad con inteligencia...")

La Música es Educación Física

El músico requiere una fantástica coordinación en el uso de los dedos, manos, brazos, músculos faciales, músculos diafragmáticos, etc. Todos estos músculos deben responder según sea la actividad musical que se esté realizando (1 Cron. 25:7 V.R.V. "Y el número de ellos con sus hermanos instruidos en el canto para Jehová, todos los aptos...")

La Música es un lenguaje

Su sistema de notación gráfica, está perfectamente diseñado para que se entienda en cualquier parte del universo sin importar el idioma. (Apoc 5:8-9 N.V.I. "...Y entonaban este nuevo cántico: Digno eres de recibir...")

La Música desarrolla la creatividad

Esta comprobado científicamente, que la música estimula zonas del cerebro que tienen que ver directamente con la creatividad y con los procesos de memorización. (Génesis 1:2) "...Y el Espíritu de Dios se movía sobre la faz de las aguas...moverse se deriva del hebreo RACAB que significa subir, bajar, moverse afectado por una sensación de amor tierno, CREAR o prorrumpir...lo anterior sugiere que el Espíritu de Dios ejecutaba la palabra creativa del Padre con una dinámica de adoración a través de la danza...Obviamente la danza involucra implícitamente elementos básicos de la música..."

La Música es Socializante

La actividad musical requiere coordinación y trabajo en equipo, esto hace que quienes la practican constantemente o simplemente la escuchan, se interrelacionen, (Amós 6:5 V.R.V. "Que a la manera de David, improvisan canciones al son de la cítara e inventan instrumentos musicales...")

miércoles, 26 de enero de 2011

Musicoterapia

El poder de la música

Por José Manuel Brea Feijoo

Nadie puede negar el efecto que sobre los hombres producen las melodías y los ritmos musicales. Los propios sonidos de la Naturaleza influyen en el estado anímico, habitualmente acariciando y llenando de sosiego, pocas veces enardeciendo los humores y cargando el espíritu de inquietud. Por el contrario, los ruidos ambientales de los que difícilmente podemos escapar, ejercen otro tipo de influjo, mayormente negativo, que perturba, solivianta y desasosiega. Y para contrarrestar lo que nos amenaza y desequilibra, contamos con el poder de la terapia sonora.

Los diferentes efectos de la música

Poder de la música

Desde lo natural, el hombre ha sabido valorar la fuerza de los sonidos, encauzándolos en su propio beneficio, de modo que la humana música fue sirviéndole para sus diferentes propósitos. Al parecer, con un primitivo significado territorial, anunciador y ratificador del dominio geográfico. Con un posterior o simultáneo sentido sexual, simbolizando la atracción y la fuerza creadora de vida. Y tras el devenir de los siglos, con un refinado cometido de goce espiritual que, en muchas ocasiones, se traduce en mudanza emocional. Finalmente, con una pretensión de mensajera intelectual, cuando menos cuestionable sin el soporte de la palabra.

¿Quién no ha oído del mítico poder órfico de la música que apacigua a las fieras? Por supuesto de aquella dulce, melodiosa y placentera que, al decir de algunos estudiosos, hace crecer vigorosamente a las plantas y hasta dar más leche a las vacas; en estos casos, quizás también energética como la mozartiana, que se ha mostrado experimentalmente como la más adecuada para la flora y la fauna doméstica. Es como si lo que el hombre ha recibido de la Naturaleza y sublimado a través de su capacidad artística se lo devolviese felizmente agradecido.

En nuestros días es reconocido el efecto del arte sonoro sobre la salud, en sus dos vertientes, física y psíquica; aun dudando de su capacidad curativa, no se puede negar su acción mitigadora de ciertas dolencias del cuerpo y del alma. Tanto es así que el desarrollo de la musicoterapia como ciencia es una realidad que, aunque no de largo alcance en nuestro medio, ha ido ganando adeptos entre los profesionales de la medicina, que han podido comprobar, en sí mismos o en terceros, los beneficios de determinadas piezas musicales, vocales e instrumentales, en particulares desajustes corporales y mentales. El poder de la música, con sus limitaciones, se reconoce entonces como una gran terapia.

Los mismos creadores o intérpretes han podido beneficiarse de las bondades de su arte. Sabemos de músicos mentalmente perturbados o emocionalmente desequilibrados que, al menos durante un tiempo, fueron salvados por su propia creación musical. Con ella consiguieron realizarse y mantener un equilibrio que contrasta con sus dramáticas existencias. Baste recordar a Schumann, Wolf, Tchaikovsky o Mahler, por nombrar a cuatro grandes compositores bien conocidos. Pero sobre todo son la mayoría de receptores anónimos los principales destinatarios de la belleza sonora como fuente placentera y estimulante.

La música acompaña celebraciones festivas, favoreciendo la conveniente eclosión de alegría, pero también es parte de ceremonias piadosas y solemnidades funerarias. Desde la cuna a la tumba, jamás nos abandona; no eluden sus efectos ni los sordos, capaces de sentir en su cuerpo la transmisión de las vibraciones sonoras. Ora una nana, ora una canción de aniversario, ora una marcha nupcial, ora una marcha fúnebre... Parece necesaria su presencia en toda actividad humana que entrañe regocijo o lamento, júbilo o tristeza, placer o dolor, risa o llanto, amor o desamor. Y se hace muy difícil concebir el más allá sin su adorable caricia.

En la gran ópera La flauta mágica (Die Zauberflöte), Mozart reafirma la magia benefactora de la música, su fuerza disipadora del mayor temor, liberadora del sufriente ser humano: un poder que a través de los grandes valores iluminará la tenebrosa senda que nos lleva hacia la muerte. En el hermosísimo Lied A la música (An die Musik), Schubert se rinde al arte benévolo que lo ha conducido a un mundo mejor. Y con su Cuarta sinfonía, Nielsen proclama que la música es vida, y como ella inextinguible. Quién sabe si tras la oscuridad de la decisiva noche hallaremos otra luz engendrada por el poder de la música

El interés de la musicoterapia

Establecido el binomio música y medicina, hemos de referirnos a la técnica psicoterapéutica aplicada por especialistas o musicoterapeutas, con el propósito de restaurar la salud, mejorarla o simplemente mantenerla. Entendida la salud no sólo como ausencia de enfermedad, sino como un estado de bienestar completo, físico, psíquico y social, según la definición de la OMS (Organización Mundial de la Salud), comprenderemos la dificultad de alcanzar tal objetivo, al que habrán de contribuir los factores favorecedores de la denominada, en términos vulgares, “vida sana”: ambiente propicio, conductas saludables y asistencia adecuada. Pues entroncada en el plano asistencial, la musicoterapia puede ser un medio terapéutico curativo o lenitivo, equiparable o superior a un fármaco, o preventivo de enfermedad, de modo similar –con sus particulares indicaciones, claro– a una vacuna.

Musicoterapia

En la segunda mitad del siglo XIX ha habido en Hispania médicos que teorizaron y utilizaron la música como terapia. Sin embargo el escaso reconocimiento actual de la musicoterapia en nuestro medio coincide con una estructura rígida común a otros ámbitos, en una sociedad poco dada a innovar, en el buen sentido, donde todo –o casi– asienta mal o llega tarde. ¡Cuánto cuesta salir aquí de la ortodoxia e introducir cambios propicios! Lejos estamos de países –con EEUU a la cabeza– en los que está reconocida como disciplina universitaria y cuyos expertos la han desarrollado y aplicado con garantías y fundamento.

La musicoterapia abre las puertas a la comunicación no-verbal, la mejora o la recupera. De otro modo: facilita el control de las emociones o afectos, desarrollando esa parte del intelecto considerada como inteligencia emocional, regulada, cómo no, por las estructuras cerebrales que conforman el cerebro emocional (cuerpo calloso y sistema límbico). Sería teóricamente ésta la parte del cerebro sensible a la melodía; en cuanto a ritmo y armonía, se registrarían respectivamente en el cerebro básico (tronco cerebral y sistema reticular) y en el cerebro cortical o racional (hemisferios cerebrales). En definitiva tres niveles cerebrales, de abajo arriba: básico, emocional y cortical, para los tres elementos musicales: ritmo, melodía y armonía. Tres áreas interconectadas sobre las cuales podemos incidir mediante la música.

Su aplicación se centra especialmente en desequilibrios psíquicos como la ansiedad, la depresión, el insomnio, el autismo infantil o las psicosis, siendo también adecuada para lograr el abandono de hábitos tóxicos como el alcoholismo o la drogadicción; además, es beneficiosa en trastornos cardiovasculares como la hipertensión arterial y está indicada en el tratamiento del dolor de diversa índole. Esquemáticamente podemos concretar: el ritmo actuaría como generador de energía en los estados de abatimiento, la melodía como relajante o anulador de la excitación y la armonía como activador de la racionalidad. Todos tenemos en mente melodías relajantes, piezas de poderoso ritmo y composiciones de gran riqueza armónica. Elegirlas y aplicarlas, en su justa medida y variantes, corresponde ya a expertos en la materia.

Si la musicoterapia contribuye a mitigar nuestros temores y nos ayuda a afrontar la vida con mayor serenidad, debiera ser contemplada abiertamente como una técnica útil, benefactora y saludable. Si además consigue que alcancemos sonrientes nuestro ineludible final, tras el paso por este mundo incomprensible, podríamos calificarla de muy conveniente o necesaria. Entonces habremos comprendido el poder de la música que, iluminando como una flauta mágica, hará que transitemos alegremente por nuestra dificultosa senda.

El poder de la música



Juan Carlos Alvarado

Recuerdo la primera vez que me encontré con un teclado, me llamo la atención pero hasta ahí, no hubo mayor impacto o interés, sin embargo cuando me senté y empecé a tratar de hacer sonidos con el mismo mi interés creció un poco mas, pero cuando un tío mío me dijo: si en una semana aprendes a tocar la 12 calle (una canción muy popular en ese tiempo) te daré $5.00 que por cierto en aquel tiempo eso era mucho dinero para un niño de 8 años, entonces repentinamente mi interés creció al máximo. Debo confesar que el teclado no me interesaba tanto pero el reto de tener esos $5.00 si me intereso mucho.

Al principio ni siquiera me sabia bien esa canción pero con tal motivación esperaba por horas para escucharla en la radio para así memorizarla. Con mucho trabajo y pasando horas en el teclado al fin me aprendí la canción en tres días. Cuando le dije a mi tío que ya me sabia la canción El no me creyó pero después de escuchármela tocar no tuvo mas que cumplir con su promesa. Después de ese reto el teclado quedo a mi disposición por el tiempo de vacaciones y el poder tocar una sola canción cambio mi vida para siempre. Empecé a desarrollar un amor por la música que luego me llevo al conservatorio Nacional y allí comienza la historia de mi vida musical. Hoy después de mucho tiempo de eso le doy gracias a Dios por haber recibido ese reto que solo fue por ganarme esos $5.00 pero luego en los planes de Dios era solo el pretexto para mostrarme el arte que hoy día desempeño con mucho agrado, y que de no haber sido por esa motivación quizá nunca me hubiera interesado ese viejo teclado.

Ahora me doy cuenta que la música mas que un arte es un lenguaje por el cual decimos muchas cosas pero lo que mas ha impactado mi vida es saber que Dios habla ese lenguaje también. No cabe duda que Dios hizo la música, En Génesis se nos menciona a JUBAL padre de la música (Gen. 4:21) y es notorio que en toda la Biblia la música juega un papel muy importante. Pero la música se comienza a cultivar en familia como un entretenimiento que luego puede ser un ministerio o talvez una profesión, pero todo comienza en familia, como David que desde su niñez se intereso por el arpa, y luego cuando el Rey Saúl busca un buen músico (1 Sam. 16:17) todos los criados no dudan en llamar a David. Yo creo firmemente que la música se debiera enseñar a la mayoría de personas posible y que en toda familia debiera de existir una cultura musical.

Creo que todo persona adulta o joven puede aprender a tocar un instrumento, con un buen método y un poco de disciplina se que esto se puede lograr. En culturas con mayor proyección musical los niños aprenden a tocar instrumentos como parte de su currículum escolar y es allí donde el interés hacia la música se incentiva.

En nuestros países latinos no existe esa clase de cultura pero creo seria muy bueno empezar a cambiar un poco nuestra cultura musical dándole oportunidad a los niños y jóvenes a aprender el arte de la música. Todo esto lo digo cuando veo el enorme poder que la música tiene para transformar vidas, para edificar, para levantar el animo y para cientos de cosas mas.

En crónicas se nos habla un poco de las funciones básicas de la música. En el capitulo 16 del primer libro de crónicas se nos enseña que David puso a sus músicos a hacer tres cosas: Recordar, confesar y Loar. La música congregacional debe de ir dirigida a hacer estas tres cosas . Recordar los pactos de Dios, es decir traer a memoria los hechos de Dios, sus promesas etc. Confesar su palabra, no hay mejor manera de memorizar su palabra que cantándola, somos lo que decimos, nuestras palabras tienen poder, cantemos su palabra, y luego Loar, esto denota Alabar, exaltar, Celebrar. Cuando vemos lo que la música puede hacer quisiéramos tener cientos y miles de músicos por todo el mundo recordando, confesando y Alabando al eterno.

Ahora bien, debemos entender que la música no es el fin sino el medio, es decir la música es un canal por el cual transmitimos lo espiritual. Es por eso que Dios puede usar una diversidad de ritmos y estilos diferentes y ser de bendición, por que la música transmite algo… no son solo notas al oído sino van mas allá. Cuando Saúl manda buscar a David este toca el arpa y el espíritu malo abandona a Saúl (1 Cro. 16:23) la música crea un ambiente puede ser para bien o para mal.

El profeta Eliseo antes de profetizar usaba tañedores, es decir músicos que tocaban sus instrumentos y al traer ese ambiente espiritual Eliseo profetizaba. (2 Re. 3:15) Ahora bien, el poder no esta solo en la música sino en el contenido de la misma, y quien este interpretándola. Cuando un tañedor o instrumentista toca un instrumento y lo hace con unción de Dios algo pasara en el ambiente espiritual y como consecuencia se evidenciara en el ambiente natural, como lo hacían Asaf, heman y jedutun músicos que el rey David había puesto delante del pueblo para profetizar con sus instrumentos (1 Cro. 25:1) David era un hombre que conocía a Dios y que estableció un nuevo orden de alabanza poniendo mucho énfasis en el ministrar al Señor no solo con instrumentos y con cánticos sino con el corazón. David tenia una escuela de músicos que se dedicaban al estudio de la música y a prepararse para ministrar delante del Dios, no se dedicaban a ninguna otra obra sino solo a perfeccionar su arte, esto es un buen ejemplo para nosotros hoy día, pues necesitamos ser capacitados musical y espiritualmente para ministrar delante de su presencia.

Eran 4,000 músicos levitas (1 Cro. 23:5b) de los cuales escogieron solo 288 para ministrar, tocar y cantar delante del arca del pacto. Si usamos las matemáticas vemos que el porcentaje que David escogió es un poco mas de 7 % de los cuatro mil. Eso nos dice varias cosas: primero que David entendía el poder de la música ministrada con unción y excelencia, también que se esperaba del músico una entrega a su ministerio, no era solo un simple músico, era un ministro que estaría dándole su mejor concierto a Dios, y luego David solo quería darle a Dios lo mejor que tenia.

Habían dos factores que David tomaba en cuenta para escoger a estos músicos: los que eran instruidos y los que fueron aptos. Dos palabras muy importantes para todo músico: Instrucción y aptitud Para ser aptos necesitamos instrucción y para recibir instrucción necesitamos maestros y disciplina. Por eso creo que debemos empezar desde muy temprana edad a instruir a los niños en la música y el canto para que luego sean aptos y hábiles para el ministerio, en algunas ocasiones (sino en todas) habrá que forzar un poco la disciplina para aprender a tocar un instrumento especialmente cuando hablamos de los niños, pero creo que vale la pena cuando luego vemos que las horas de ensayo y estudio dan fruto y vemos a los niños, jóvenes y adultos ministrando delante del Señor con unción y entendimiento.

Seria muy bueno que todo niño como parte de sus estudios pudiera aprender a tocar un instrumento, pero como en nuestro sistema de estudios eso raramente sucede seria muy bueno que cada familia diseñara un plan para fomentar el arte de la música en el hogar y empezar cuanto antes… Como? Esa es una muy buena pregunta pues en nuestro sistema carecemos de escuelas y universidades para el estudio de la música lo que puedo aconsejar es lo siguiente: Si alguien quiere que su hijo comience a aprender a tocar un instrumento o talvez incluirse en la lista de querer aprender algunas sugerencias para empezar:

Primero debemos saber que no hay una edad donde uno deje de aprender, si alguien tiene la inquietud de tocar puede aprender a tocar un instrumento con un buen método, el tiempo que tome en aprender lo dictara su buena voluntad y disciplina.

Segundo: un niño puede aprender a tocar desde muy temprana edad, en algunos casos los niños comienzan a leer el pentagrama musical antes de leer letras.

Tercero: Si se tiene la oportunidad y los recursos el aprender con un maestro de música particular es lo mas efectivo, con una hora semanal (vuelvo a insistir con un buen método) usted se sorprenderá de lo que un niño puede aprender en tres meses.

Cuarto: Si no se tiene la oportunidad y los recursos se puede optar por la escuela de música (Conservatorio nacional de música) a donde quien quiere aprender lo hace con un poco de dedicación e iniciativa. El método utilizado aquí es el solfeo de los solfeos que aunque es muy antiguo es uno de los mas usados.

Quinto: muchas iglesias hoy día ofrecen academias de música a donde se puede aprender lo básico, esto dependerá de que clase de sistema se use.

Sexto: Es imprescindible que al empezar a tomar clases de música se aprenda primero a leer el pentagrama, con o sin el instrumento, pues si aprendes solo desarrollando el oído te limitaras luego, y las personas con poca hablididad no tendrán mayor oportunidad de aprender.

Séptimo: Se ha comprobado que casi toda persona puede aprender a tocar un instrumento, no queriendo decir con esto que todos serán profesionales y aptos para ministrar delante de la congregación, pero si que todos pueden llegar a tocar si se dedican.

Por ultimo la música Cristiana esta evolucionando y tomara diferentes formas, expresiones y estilos pero lo fundamental siempre será lo mismo, El contenido… La palabra de Dios, con Fe, esperanza, amor, y verdad que en realidad es lo que cambia al hombre y a la humanidad. David puso a sus músicos no solo a tocar, sino a profetizar y a ministrar delante del pueblo y de Dios, hoy necesitamos esa clase de músicos en nuestras iglesias, que ministren y que profeticen con sus instrumentos.

Si estas palabras motivan tu vida para aprender a tocar un instrumento o iniciar en tu familia una tradición musical, en hora buena, pero debemos saber que a ese conocimiento musical debemos agregar lo mas importante, La UNCION que solo viene en la búsqueda de su presencia, si desarrollamos músicos excelentes con el conocimiento de su presencia y su UNCION tendremos una generación que cambiara la historia no solo de la iglesia sino de los Países del mundo. Creo que el invierno en la Iglesia ya paso, la lluvia se fue, se oye la voz de la tórtola y el tiempo de la CANCION ha venido… (Cantares. 2:11-12)

Tomado de www.juancarlosalvarado.com

EL PODER DE LA MÚSICA. LA MÚSICA DEL PODER


EL PODER DE LA MÚSICA. LA MÚSICA DEL PODER
Por observatoridemusica

Carmen Pardo Salgado
Doctora en filosofía

Hace mucho, muchísimo tiempo, en la próspera ciudad de Hamelín sucedió algo muy extraño: una mañana, cuando sus gordos y satisfechos habitantes salieron de sus casas, encontraron las calles invadidas por miles de ratones que merodeaban por todas partes, devorando, insaciables, el grano de sus repletos graneros y la comida de sus bien provistas despensas.

De niños escuchábamos absortos como los notables de la ciudad de Hamelín decidieron poner fin a la plaga de ratones y contrataron los servicios de un flautista que, a cambio de una suma de dinero, prometió acabar con ellos. El flautista empezó a tocar una extraña melodía y todas las ratas le siguieron hasta llegar a un río donde se ahogaron. El flautista volvió a la ciudad para cobrar su trabajo pero, considerando que hacer sonar la flauta no era gran cosa, los notables se negaron a pagarle. El flautista, como venganza, tocó de nuevo su flauta con una dulce melodía que hizo salir a todos los niños contentos de sus casas. Siguiendo la maravillosa melodía los niños desaparecieron para siempre de Hamelín.

Llegados a este punto, de niños conteníamos la respiración por un momento, sin poder decidir si estábamos de parte del flautista y su música o de los niños desaparecidos. Sólo sabíamos que el resto de los adultos, esos notables de la ciudad, se habían equivocado. Nos quedaba también un cierto temor ante la posibilidad de escuchar una música que, como a los niños de Hamelín, nos hiciera desaparecer. Pero ese temor se desvanecía en cuanto nos proponían cantar una canción. Entonces, la música nos poseía pero nos sentíamos a salvo. Algún tiempo después, redescubríamos al flautista de Hamelín y el poder de la música en el mito de Orfeo, ese rey de Tracia hijo de una Musa que, con su voz, seducía a todos aquellos que lo escuchaban, ya fueran animales, seres humanos o la naturaleza misma. Pero su fin no fue el de nuestro flautista; cuenta Virgilio que durante una orgía dionisíaca las mujeres de la Tracia lo despedazaron mientras su voz no dejaba de llamar a su amada Eurídice.

Sólo la voz de Orfeo mantuvo su unicidad porque era un órgano que había transcendido las funciones puramente corporales; se había convertido en instrumento de viento, en música. Del mismo modo, mantienen su unicidad las melodías que se entonaron en Hamelín o el canto de las sirenas que, según se cuenta en la Odisea, conducen a la muerte a quien lo escucha. Se trata en los tres casos de presencias sonoras que seducen y que conducen suavemente al oyente a otra parte, fuera de si. Esta conducción suave, sin apenas ser notada, constituirá uno de los poderes mayores de la música.

El ser llevado a otra parte no tiene que suponer, obligatoriamente, la forma de salir dr uno mismo. La música puede conducir a un estado en el que uno es, solamente, presencia sonora, en si mismo y consigo mismo. Como cuando alguien canta para espantar sus miedos; es lo que Gilles Deleuze y Félix Guattari denominan el ritornelo, esa música que se repite y permite marcar un territorio, una música que es una articulación territorial, el estribillo en el que se siente uno mismo. El poder de la música abre una vía por la que se transita en dos sentidos: fuera de si y creando un territorio en torno a si. En ambos casos se trata de presencias sonoras que se imponen casi sin ser notadas, seduciendo delicadamente. Esto no significa que toda música tenga ese poder. El poder de la música depende de las relaciones que se establecen entre el tipo de organización musical, la cultura a la que se pertenece y las características particulares del oyente. A todo ello, aún podríamos añadir las relaciones que el poder establece con la propia música.

Desde antiguo, la música ha sido objeto de atención por parte del gobierno de un Estado. Platón, cuando expone su ideal político, da buena cuenta del tipo de música adecuado para formar el espíritu de los ciudadanos. Los ciudadanos, en su república ideal, deben ser educados conforme a un tipo de armonías que beneficien la vida en común de la ciudad. Con ello, se establece el orden en el alma de los ciudadanos. Del mismo modo que se educa a los hombres a través de las armonías adecuadas y prohibiendo aquellas que conducen a la desmesura, también la organización territorial del Estado ha de ser sometida a una medida conforme a las buenas armonías. La música del Estado ordena el alma de los ciudadanos y el territorio; el espacio privado y el espacio público. Fuera de si y en si mismos, Platón desea instaurar la misma música.

Se podría pensar que este planteamiento es obsoleto, pero es conocida la afición de los gobiernos a apoyar y/o desprestigiar, cuando no censurar, los diversos tipos de música. De todos es conocido el uso de la música por parte del Tercer Reich pero podríamos contar con ejemplos más recientes, como el caso de Bill Clinton cuando, durante la campaña electoral de 1992, mostró su disconformidad con la rapera Sister Souljah. Por ello, no debe extrañar que en pleno siglo XX, las relaciones entre el tipo de organización musical y las formas de gobierno sean puestas de relieve nuevamente por el compositor norteamericano John Cage. En su escrito El futuro de la música expone:

Los tipos de música menos anárquicos ejemplifican estados de la sociedad menos anárquicos. Las obras maestras de la música occidental dan ejemplo de las monarquías y las dictaduras. El compositor y el director: el rey y el primer ministro.
Según el compositor cada tipo de música sería la ilustración sonora de una forma de gobierno. En esta ilustración sonora deberíamos tener en cuenta: la distribución y función de los silencios, las notas que componen la escala musical, los ritmos que se despliegan o los timbres de los instrumentos. La jerarquía que se establece en el interior de esas organizaciones nos hablaría entonces de las monarquías y dictaduras de la cultura occidental. Y, también en su interior, la música daría ejemplo de la repartición y función de aquello de lo que no se puede hablar, lo censurado, de los grupos sociales que componen el Estado, de los modos de comportarse y de las distintas entonaciones de lo que puede ser dicho. Organización política y organización sonora estarían en correspondencia. Un planteamiento semejante se encuentra en autores como John Zerzan. En su escrito sobre tonalidad y totalidad escribe:


Como bien dijo Richard Norton: “Se trata de la tonalidad de la iglesia, la escuela, la oficina, el desfile, la convención, la cafetería, el puesto de trabajo, el aeropuerto, el avión, el automóvil, el camión, el tractor, el restaurante, el vestíbulo, el bar, el gimnasio, el burdel, el banco y el ascensor. Temerosos de no tenerla bajo los pies, los hombres se las encadenan ahora al cuerpo para poder caminar a su compás, correr a su ritmo, trabajar a su son y relajarse con ella. Está en todas partes. Es la música y escribe las canciones.”


Para terminar afirmando:

Como el lenguaje, la tonalidad ha estado históricamente caracterizada por su falta de libertad. La sociedad nos hace tonales: únicamente con la eliminación de esa sociedad se superarán las gramáticas de dominación.


El texto que nos recuerda Zerzan, así como su propia conclusión, no se ciñe sólo al Estado, a la forma de gobierno, sino que hace de la tonalidad el estado general en el que se mueve y es movida la sociedad. Identificando tonalidad y totalidad, espacios públicos y componentes de la sociedad se encontrarían a la misma altura tonal —aunque con rigor debiéramos tener en cuenta por ejemplo, la diferencia de octavas que de modo natural se da entre hombres y mujeres—.

Si en Platón es la música adecuada la que nos hace aptos para la vida en sociedad en el Estado ideal, para Zerzan no es la música sino la sociedad la que nos hace tonales. El planteamiento de Zerzan, aunque claro desde el punto de vista político, genera sin embargo algunas dudas si es pensado desde la relación que se presupone entre lo político y lo sonoro.

La tonalidad se impuso en la música culta europea por un periodo de unos doscientos años, no más. Antes hubo además otras músicas que fuera de la tonalidad podían ejemplificar la sociedad de su momento. A ello se suma que, en primer lugar, durante la segunda mitad del siglo XX contamos con músicas como el rock o el pop que, siendo básicamente tonales, fueron acompañadas de sentimientos de libertad por parte de los jóvenes y de movimientos de protesta social. En segundo lugar, habría que tener en cuenta los nexos que se establecen entre las máquinas, la música y la sociedad. Por poner sólo un par de ejemplos sería preciso recordar los ritmos de trabajo en las cadenas de montaje de las fábricas y la progresiva importancia de los ritmos iterativos en una gran parte de las músicas electrónicas. Asimismo, convendría traer a la memoria también que la música technosurge del paisaje post-industrial en el Detroit de mediados de los ochenta y que Genesis P. Orridge funda en 1975 Throbbing Gristle, primer grupo de música industrial. En ambos ejemplos, el nexo entre música y sociedad es claro y no se trata obligatoriamente de música tonal.Estos datos, cuando menos, enturbian la identificación que Zerzan propone entre tonalidad y totalidad, así como el hecho de que sea efectivamente la sociedad la que nos hace tonales.

El modo en que se ha encarado la relación de música y poder a través de Platón, de Cage y de Zerzan ofrece una imagen del poder como un ente único. El poder fluye desde un solo puntohacia el resto de la sociedad. Incluso en el caso de Zerzan, la sociedad emana un solo tipo de poder que sería el correspondiente a la tonalidad. Pensamos que en la actualidad y en lo referente a música y poder, la aproximación foucaultiana obliga a un análisis más fino tanto del poder como de los nexos que con él se establecen. En Les mailles du pouvoir, Foucault escribe:

Una sociedad no es un cuerpo unitario en el que se ejercería un poder y solamente uno, sino que es en realidad una yuxtaposición, un nexo, una coordinación, una jerarquía, también, de diferentes poderes, que sin embargo se mantienen en su especificidad. (…)La sociedad es un archipiélago de poderes diferentes.

El poder es un entramado, una malla en la que cada cuadrilátero daría cuenta de las distintas yuxtaposiciones, nexos,coordinaciones y jerarquías de poderes diversos. El cuadrilátero formado por música y poder revelaría así que la jerarquía entre el director y la orquesta es sólo una de sus características, pero que también la yuxtaposición, los nexos e incluso la coordinación forman parte de la malla que tejen música y poder. La complejidad del entramado se pone de manifiesto en la definición que Foucault ofrece de la sociedad: un archipiélago de poderes diferentes.

Si la sociedad es un archipiélago, entonces los diferentes poderes son las numerosas islas que no obstante, se nos dice, mantienen su especificidad, es decir pueden ser agrupadas como un archipiélago de poderes. Entre las islas, en el interior de esos cuadriláteros de las mallas del poder, el poder fluye, circula en varias direcciones.

El mismo Foucault ofrece un buen ejemplo de la circulación del poder cuando expone la nueva tecnología disciplinaria que supone la educación en el siglo XVIII. Nos encontramos con un maestro, explica Foucault, para unas docenas de discípulos y es preciso que se obtenga un control permanente, que se produzca una individualización del poder. El modo en que se está sentado ante el maestro es resultado de esta individualización. Todavía, recuerda, a principios del siglo XIX había escuelas donde los alumnos estaban de pie alrededor del profesor. En la actualidad, la mirada del profesor puede recorrer cada uno de los alumnos, puede controlar. Lo mismo ocurrió en los talleres, en la armada… y añadimos, en el ámbito musical. El texto de John Cage antes mencionado terminaba así:

El compositor y el director: el rey y el primer ministro.

También en el ámbito musical encontramos la figura del director como aquél que individualiza los músicos para hacerlos converger en una unidad, la que la interpretación de su batuta impone. Se podría pensar que este poder que se ejerce a través de la individualización ha quedado obsoleto en una sociedad en la que, a partir de la aparición de las grandes masas urbanas y los mass media, el poder parece ejercerse directamente sobre la masa. Pero ambos cohabitan desde antiguo. Por ello, el mismo Cage rompe con sus obras los nexos entre el director y los intérpretes y aboga por considerar la actividad del intérprete, del compositor y del oyente como completamente separadas. De este modo, piensa, se da ejemplo a la sociedad.

El poder que individualiza y el que se ejerce sobre la masa serían la cara y el envés del mismo ejercicio de poder. Por ello, Foucault recuerda que a esta tecnología individualizante se une también, en el siglo XVIII, el descubrimiento de que el poder se ejerce sobre los individuos en tanto que constituyen una “especie de entidad biológica” que puede ser aprovechada para producir. Esta tecnología es la que Foucault denomina la biopolítica y es la que corre en paralelo con los problemas suscitados por la higiene pública, el hábitat, las condiciones de vida de la ciudad… En esta biopolítica estaría implicada de modo fundamental la ciencia, pero también lo está el arte. Siguiendo con el ejemplo sonoro encontraríamos todos esos modos en los que los sonidos son utilizados para el control de las poblaciones: la escucha en continuidad en los grandes almacenes, aeropuertos, centros médicos, estaciones de metro…, pero también las armas sonoras no letales utilizadas para dispersar a los participantes de una manifestación, para amedrentar y socavar la moral de los soldados, oponiéndolas a esos otros cantos que se entonan para darse moral, para no sentirse solo sino formando parte de un organismo, del cuerpo social. Pero recordemos, la sociedad ya no es un organismo, es un archipiélago.

Si observamos con atención alguno de los ejemplos expuestos, se podrá dar cuenta del modo en que la tecnología individualizante —en connivencia con las formas disciplinarias residuales que se niegan a desaparecer— se entreteje con la biopolítica para dar lugar a lo que ya conocemos como sociedades de control.
Atendiendo al uso de la música en los transportes públicos encontramos por ejemplo lo siguiente:
Un experimento de seis semanas llevado a cabo en Australia por el servicio ferroviario de Nueva Gales del Sur mostró que la tasa de vandalismo en los trenes había disminuido un 75%: los asientos ya no estaban desgarrados, ni las paredes pintarrajeadas. ¿Por qué? Los habituales sospechosos aparentemente habían desistido de sus prácticas gracias al incesante aluvión de sonatas y conciertos de la época de la Ilustración
europea difundido por los altoparlantes.

Ante este ejemplo no hay quien dudaría en traer a la memoria, en el mejor de los casos, el mito de Orfeo o, en su defecto aquello de que la música amansa a las fieras. Escuchar música europea del siglo XVIII a través de los servicios de megafonía del metro no debía dejar indiferente. Para conocer el alcance de sus efectos, más allá de la disuasión del vandalismo, se puede consultar la página web de RENFE donde se encontrará un debate sobre la conveniencia o el rechazo a la música que la compañía emite en sus trenes de cercanías. En este foro de discusión se pronuncia desde aquél que se siente agredido por una música que no le gusta y que es a veces emitida a un volumen excesivo, hasta el que la utiliza como defensa de la música que el compañero de trayecto lleva en su iPod.

En el caso del metro de Australia como en el de RENFE se trata de inducir un estado a través de la escucha. La escucha individualiza a un oyente que se desplaza con una masa anónima; le hace reaccionar a lo escuchado. Pero, en tanto estado inducido por la música y el lugar de la escucha, se produce un efecto sobre el colectivo que individualmente está a la escucha. La música no puede ser obviada más que oponiéndole otra música, la banda sonora que uno transporte. La tecnología individualizante y el hábitat conseguido se avienen con una música que hace las funciones de un sistema de control. Por los resultados, no parece que los usuarios del metro de Australia transportaran su propia banda sonora, da la impresión que pasaron a formar parte de la cuadrícula que la música y su difusión construía en unas condiciones determinadas: una cuadrícula de poder.

La trama forjada por este uso de la música obtendría los efectos deseados por el panóptico de Bentham: actuar como si siempre te estuvieran vigilando. La ausencia de visión se suple aquí con la capacidad de la música para ocupar el cuerpo y la mente del oyente. La presencia sonora posee al que oye aún sin que quiera escuchar. Del mismo modo que cada vez más la norma que es interiorizada reemplaza a la ley, así el estado al que puede conducir una música puede suplir y mejorar el efecto de las cámaras de video-vigilancia.

No en vano, siguiendo la etimología de nuestro “oír”, el que oye es el que obedece. Obedecían los animales, los seres humanos y la naturaleza entera a la voz de Orfeo, obedecen los navegantes al canto de las sirenas y obedecen también las ratas y los niños a la música del flautista de Hamelín. Estábamos avisados.

Preguntarse por los modos de escapar a la seducción que los nexos entre música y poder ejercen en ese archipiélago que es la sociedad, obliga a cuestionarse el tipo de escucha que ponemos en obra.

Si imaginamos el paisaje sonoro de una sociedad como un archipiélago de poderes que suenan con diferentes músicas, se deriva que oposiciones tales que hacen de lo global una imposición y de lo local un signo de resistencia y liberación no pueden ser aceptadas en su totalidad. Miller y Yúdice exponen el ejemplo de la nacionalización de la samba en Brasil en los años 30 del siglo anterior, que implicó la intervención del régimen de Vargas en la industria de la música. Un ejemplo más cercano lo tenemos en la creación del rock català a mediados de los ochenta como parte de la estrategia de la política cultural del Govern de la Generalitat.

En un archipiélago sonoro el sonido llega por doquier y el oído se convierte en centro, en la única embarcación posible para transitar entre tanto sonido. Desde los ruidos de las calles del siglo XXI a las burbujas sonoras de tantos individuos con su MP3, el iPod o su coche boom equipado como una discoteca a cuatro ruedas, pasando por las músicas de ambiente y las músicas que realmente queremos escuchar, la escucha transcurre en continuidad. Todo en este archipiélago de diferentes poderes ha de estar disponible para que el poder siga fluyendo sin restricciones de espacio y/o tiempo; la música y los hombres. Y en esa disponibilidad acontece que por ejemplo, una obra como Carmina Buranade Carl Orff compuesta durante el Tercer Reich, haya servido al mismo tiempo comoconcierto de inauguración del XX Cicle de Música a la Universitat y como bautismo musical de las nuevas Facultades de Filosofía y de Geografía e Historia de Barcelona en septiembre de 2006. Se dirá que la música es la música, que un sistema musical no tiene por qué tener relación con un sistema de gobierno, se dirán tantas cosas. Pero acaso, ¿es que todos hemos olvidado al flautista de Hamelín?

No es de extrañar entonces que en el nuevo futuro de la música, el que pronostican David Kusek y Gerd Leonhard, la música sea considerada como la banda sonora de la economía que viene.

Para que la música se constituya aún más en economía emergente no se trata solamente de abarcar lo que ya conocemos como industrias culturales, sino de apelar también a la iniciativa individual, a las corrientes alternativas. Todo parece caber en la economía de este sistema. Por ello, al nexo que se establece entre oír y obedecer es urgente oponer los lazos que existen entre escuchar y auscultar.

Es preciso hacer de la escucha un ejercicio de auscultación para dar cuenta de las mallas en las que están tejidas la música y el poder. Es necesario auscultar para quebrar siquiera por un momento la escucha en continuidad. Por ello, en este archipiélago que compone nuestro paisaje sonoro, pensamos con Guattari que el artista, pero también cualquier oyente, debe ser un mutante.

Los artistas—dirá Guattari— son mutantes, en condiciones muy difíciles para mutar, condiciones de control por las imágenes dominantes, por los medias, por el sistema de galerías, por ejemplo. (…) son gente que tienen el coraje de jugarse su existencia sobre un proceso de singularidad y por ello nos ofrecen un paradigma interesante.
Si la tecnología del poder que individualiza está ligada con la biopolítica, hay que sospechar de los procesos de individuación que responden a formas disciplinarias y a sistemas de control. Por ello, la creación de singularidades siempre dispuestas a mutar pueden, si no quebrar, al menos dañar las mallas del poder. Singularidades sonoras como el trabajo de Víctor Nubla con Gràcia Territori Sonor podrían ejemplificar una actitud de escucha que no quiere obedecer. También serían buenos ejemplos los modos de producción y distribución musical alternativos como BCore que se enfrentan a los grandes sellos comerciales, los músicos que siguen experimentando más allá de los géneros que se estandarizan, las propuestas directamente dirigidas a auscultar los nexos entre música y poder como las realizadas por la Orquestra del Caos o las páginas web que como NoMuzak invitan a llevar a cabo la propia selección musical.

En esta creación de singularidades la atención a lo micro es fundamental. Del mismo modo que la distancia con el capitalismo se hace sentir en los sistemas de microfinanzas a las poblaciones que están excluidas del sistema bancario organizado por el capital, así la escucha atenta de las islas sonoras que forman el archipiélago puede contribuir a detectar esas conexiones que, por formar parte del control, pasan desapercibidas.

Pero, aún en la atención a lo micro y a las singularidades mutantes, la escucha que ausculta debe tener presente que ella es sólo un momento de una escucha que se da en continuidad; que el oyente también está obligado a ser un mutante. Por eso, de vez en cuando, es bueno volver a escuchar lo que sucedió hace mucho, muchísimo tiempo en la próspera ciudad de Hamelín.

MUSICOTERAPIA





* En la religión

Ya en los papiros médicos egipcios del año 1500 AC., se hace referencia al encantamiento de la música relacionándola con la fertilidad de la mujer.

En la Biblia encontramos como David efectuaba música curativa frente al rey Saúl. en Muchas leyendas, cosmogonías y ritos sobre el origen del universo en diversas culturas, el sonido juega un papel decisivo.

Así pues, la música fue para el hombre primitivo un medio de comunicación con el infinito, por ejemplo:

para los egipcios el Dios Thot creó el mundo con su voz.
Los médicos brujos solían y suelen utilizar en sus ritos mágicos, canciones y sonidos para expulsar los espíritus malignos que existen en el individuo enfermo y se ayudan con la danza, la expresión corporal y la ejecución instrumental.




* Etapa precientífica.(segunda etapa)

Los griegos dieron a la música un empleo razonable y lógico, sin implicaciones mágicas religiosas, utilizándola como prevención y curación de las enfermedades físicas y mentales.

Aristóteles hablaba del valor médico de la música y Platón la recomendaba con las danzas para los terrores y las fobias.

ya En el siglo XV, Ficino se esfuerza por una explicación física de los efectos de la música, uniendo la filosofía, medicina, música, magia y astrología. Ficino aconsejaba que el hombre melancólico ejecutara e inventara aires musicales.

A mediados del siglo XVII, Burton reunió todos los ejemplos disponibles de curación por medio de la música. Así mismo, en este siglo se realizan gran cantidad de estudios y tratados.

En el siglo XVIII, se habló de los efectos de la música sobre las fibras del organismo, se le atribuyó un efecto triple a la música:

Calmante, incitante y armonizante.
En el siglo XIX, Esquirol, psiquiatra francés, ensayó la música para curar pacientes con enfermedades mentales. Tissot, médico suizo, diferenciaba la música incitativa y calmante y estimaba que en el caso de epilepsia estaba contraindicada la música.



* Etapa científica (tercera etapa)

Entre 1900 y 1950 el creador de la rítmica y precursor de la Musicoterapia fue Emile Jacques Dalcroze; sostenía que el organismo humano es susceptible de ser educado eficazmente conforme al impulso de la música. Unió los ritmos musicales y corporales, sus discípulos fueron pioneros de la Terapia Educativa Rítmica.

Dalcroze rompió con los rígidos esquemas tradicionales permitiendo el descubrimiento de los ritmos del ser humano, único punto de partida para la comunicación con el enfermo.

Edgar Willems, pedagogo, educador, y terapeuta ha realizado profundos estudios los cuales giran alrededor de la preocupación por investigar y profundizar acerca de la relación hombre-música a través de las diferentes épocas y culturas.

Karl Orff, tomó como base de su sistema de educación musical, el movimiento corporal, utilizando el cuerpo como elemento percusivo y el lenguaje en su forma más elemental. Para Orff la creatividad unida al placer de la ejecución musical permite una mejor socialización y establecimiento de una buena relación con el terapeuta, así como un aumento de la confianza y autoestima.


En Estados Unidos desde la Primera Guerra Mundial, los hospitales de veteranos contrataban músicos como ayuda terapéutica, preparando así el camino par la Musicoterapia. Esta valiosa experiencia sirvió para que los médicos la tomaran en cuenta y en 1950 se fundó la Asociación Nacional de Terapia Musical, la cual edita una revista, realiza un congreso anual e inicia la formación de terapeutas musicales; en la actualidad esta formación se da en varias universidades de este país y los músico-terapeutas tienen alto rango de acción profesional.

En Inglaterra se fundó en 1958 la Sociedad de Terapia Musical y Música Remedial dirigida por Juliette Alvin. Luego cambió su nombre por Sociedad Británica de Musicoterapia que extiende el grado de musicoterapeuta y también edita un boletín.



Desde 1958 en la Academia de Viena, se dictan cursos especializados en Musicoterapia con práctica en hospitales psiquiátricos y neurológicos. en Salzburgo, Herbert Von Karajan, fundó un instituto de Musicoterapia, con una orientación hacia la investigación Neuro y Psico-Fisiológica.

En América Latina se han desarrollado en los últimos tiempos varias asociaciones tales como: La de Argentina fundada en 1966 y en 1968. Se realizaron allí las primeras jornadas Latinoamericanas de Musicoterapia; en el transcurso del mismo año se fundó la Asociación Brasileña, al año siguiente la Uruguaya, Peruana y Venezolana.

En el año de 1970 se fundó la Sociedad Antioqueña de Musicoterapia y en el año de 1972 la colombiana. En febrero de 1987 se refundieron estas dos Sociedades en una, que controle y estimule los trabajos en este campo de Terapia Musical.



* Conclusion

la musicoterapia es el empleo de la música con fines terapéuticos, por lo general psicológicos.

* el términos terapia proviene del griego θεραπεία y significa tratamiento.
* el término de música proviene del latín musĭca y este del griego μουσική.

la música es una combinación de melodía, ritmo y armonía, una sucesión de sonidos modulados para recrear al oído. además de sonar diferentes instrumentos preparados para este arte, también, educamos nuestras voces, "algunos", para cantar, tararear, silbar, etc. aunque bien es sabido que la mayoría estaríamos mejor callados.

nuestro estado de ánimo, muchas veces, lo reflejamos por el tipo de canciones que entonamos, o por el tipo melodías que escuchamos; si nuestro estado anímico es triste, solemos escoger canciones melancólicas y sensibles. por el contrario, si es animado, elegimos música más alegre, la que nos da más ritmo.



si, como ya sabemos, un estado armonioso en nuestras vidas, nos hace sentirnos mejor y en consecuencia tratamos de ordenar nuestro entorno en base a nuestros gustos, con la música pasa algo parecido, ( cuantas veces hemos escuchado una y otra vez la misma canción.....).

es un hecho comprobado, ya no solo en los humanos, sino que también en los animales, que la música provoca un efecto anímico.....( la música amansa las fieras) reza un dicho popular.

también la música tiene efectos en nuestros recuerdos más importantes, ¿ quién no asocia una determina situación con un tema musical?. momentos claves y emotivos de nuestras vidas, normalmente, se ven acompañados con canciones que, al oírlas de nuevo, nos trasladan al pasado y nos hacen evocar ilusiones y sentimientos.

la música es una ayuda importante en nuestra existencia, nuestros sentimientos y nuestra salud.