miércoles, 26 de enero de 2011

El poder de la música



Juan Carlos Alvarado

Recuerdo la primera vez que me encontré con un teclado, me llamo la atención pero hasta ahí, no hubo mayor impacto o interés, sin embargo cuando me senté y empecé a tratar de hacer sonidos con el mismo mi interés creció un poco mas, pero cuando un tío mío me dijo: si en una semana aprendes a tocar la 12 calle (una canción muy popular en ese tiempo) te daré $5.00 que por cierto en aquel tiempo eso era mucho dinero para un niño de 8 años, entonces repentinamente mi interés creció al máximo. Debo confesar que el teclado no me interesaba tanto pero el reto de tener esos $5.00 si me intereso mucho.

Al principio ni siquiera me sabia bien esa canción pero con tal motivación esperaba por horas para escucharla en la radio para así memorizarla. Con mucho trabajo y pasando horas en el teclado al fin me aprendí la canción en tres días. Cuando le dije a mi tío que ya me sabia la canción El no me creyó pero después de escuchármela tocar no tuvo mas que cumplir con su promesa. Después de ese reto el teclado quedo a mi disposición por el tiempo de vacaciones y el poder tocar una sola canción cambio mi vida para siempre. Empecé a desarrollar un amor por la música que luego me llevo al conservatorio Nacional y allí comienza la historia de mi vida musical. Hoy después de mucho tiempo de eso le doy gracias a Dios por haber recibido ese reto que solo fue por ganarme esos $5.00 pero luego en los planes de Dios era solo el pretexto para mostrarme el arte que hoy día desempeño con mucho agrado, y que de no haber sido por esa motivación quizá nunca me hubiera interesado ese viejo teclado.

Ahora me doy cuenta que la música mas que un arte es un lenguaje por el cual decimos muchas cosas pero lo que mas ha impactado mi vida es saber que Dios habla ese lenguaje también. No cabe duda que Dios hizo la música, En Génesis se nos menciona a JUBAL padre de la música (Gen. 4:21) y es notorio que en toda la Biblia la música juega un papel muy importante. Pero la música se comienza a cultivar en familia como un entretenimiento que luego puede ser un ministerio o talvez una profesión, pero todo comienza en familia, como David que desde su niñez se intereso por el arpa, y luego cuando el Rey Saúl busca un buen músico (1 Sam. 16:17) todos los criados no dudan en llamar a David. Yo creo firmemente que la música se debiera enseñar a la mayoría de personas posible y que en toda familia debiera de existir una cultura musical.

Creo que todo persona adulta o joven puede aprender a tocar un instrumento, con un buen método y un poco de disciplina se que esto se puede lograr. En culturas con mayor proyección musical los niños aprenden a tocar instrumentos como parte de su currículum escolar y es allí donde el interés hacia la música se incentiva.

En nuestros países latinos no existe esa clase de cultura pero creo seria muy bueno empezar a cambiar un poco nuestra cultura musical dándole oportunidad a los niños y jóvenes a aprender el arte de la música. Todo esto lo digo cuando veo el enorme poder que la música tiene para transformar vidas, para edificar, para levantar el animo y para cientos de cosas mas.

En crónicas se nos habla un poco de las funciones básicas de la música. En el capitulo 16 del primer libro de crónicas se nos enseña que David puso a sus músicos a hacer tres cosas: Recordar, confesar y Loar. La música congregacional debe de ir dirigida a hacer estas tres cosas . Recordar los pactos de Dios, es decir traer a memoria los hechos de Dios, sus promesas etc. Confesar su palabra, no hay mejor manera de memorizar su palabra que cantándola, somos lo que decimos, nuestras palabras tienen poder, cantemos su palabra, y luego Loar, esto denota Alabar, exaltar, Celebrar. Cuando vemos lo que la música puede hacer quisiéramos tener cientos y miles de músicos por todo el mundo recordando, confesando y Alabando al eterno.

Ahora bien, debemos entender que la música no es el fin sino el medio, es decir la música es un canal por el cual transmitimos lo espiritual. Es por eso que Dios puede usar una diversidad de ritmos y estilos diferentes y ser de bendición, por que la música transmite algo… no son solo notas al oído sino van mas allá. Cuando Saúl manda buscar a David este toca el arpa y el espíritu malo abandona a Saúl (1 Cro. 16:23) la música crea un ambiente puede ser para bien o para mal.

El profeta Eliseo antes de profetizar usaba tañedores, es decir músicos que tocaban sus instrumentos y al traer ese ambiente espiritual Eliseo profetizaba. (2 Re. 3:15) Ahora bien, el poder no esta solo en la música sino en el contenido de la misma, y quien este interpretándola. Cuando un tañedor o instrumentista toca un instrumento y lo hace con unción de Dios algo pasara en el ambiente espiritual y como consecuencia se evidenciara en el ambiente natural, como lo hacían Asaf, heman y jedutun músicos que el rey David había puesto delante del pueblo para profetizar con sus instrumentos (1 Cro. 25:1) David era un hombre que conocía a Dios y que estableció un nuevo orden de alabanza poniendo mucho énfasis en el ministrar al Señor no solo con instrumentos y con cánticos sino con el corazón. David tenia una escuela de músicos que se dedicaban al estudio de la música y a prepararse para ministrar delante del Dios, no se dedicaban a ninguna otra obra sino solo a perfeccionar su arte, esto es un buen ejemplo para nosotros hoy día, pues necesitamos ser capacitados musical y espiritualmente para ministrar delante de su presencia.

Eran 4,000 músicos levitas (1 Cro. 23:5b) de los cuales escogieron solo 288 para ministrar, tocar y cantar delante del arca del pacto. Si usamos las matemáticas vemos que el porcentaje que David escogió es un poco mas de 7 % de los cuatro mil. Eso nos dice varias cosas: primero que David entendía el poder de la música ministrada con unción y excelencia, también que se esperaba del músico una entrega a su ministerio, no era solo un simple músico, era un ministro que estaría dándole su mejor concierto a Dios, y luego David solo quería darle a Dios lo mejor que tenia.

Habían dos factores que David tomaba en cuenta para escoger a estos músicos: los que eran instruidos y los que fueron aptos. Dos palabras muy importantes para todo músico: Instrucción y aptitud Para ser aptos necesitamos instrucción y para recibir instrucción necesitamos maestros y disciplina. Por eso creo que debemos empezar desde muy temprana edad a instruir a los niños en la música y el canto para que luego sean aptos y hábiles para el ministerio, en algunas ocasiones (sino en todas) habrá que forzar un poco la disciplina para aprender a tocar un instrumento especialmente cuando hablamos de los niños, pero creo que vale la pena cuando luego vemos que las horas de ensayo y estudio dan fruto y vemos a los niños, jóvenes y adultos ministrando delante del Señor con unción y entendimiento.

Seria muy bueno que todo niño como parte de sus estudios pudiera aprender a tocar un instrumento, pero como en nuestro sistema de estudios eso raramente sucede seria muy bueno que cada familia diseñara un plan para fomentar el arte de la música en el hogar y empezar cuanto antes… Como? Esa es una muy buena pregunta pues en nuestro sistema carecemos de escuelas y universidades para el estudio de la música lo que puedo aconsejar es lo siguiente: Si alguien quiere que su hijo comience a aprender a tocar un instrumento o talvez incluirse en la lista de querer aprender algunas sugerencias para empezar:

Primero debemos saber que no hay una edad donde uno deje de aprender, si alguien tiene la inquietud de tocar puede aprender a tocar un instrumento con un buen método, el tiempo que tome en aprender lo dictara su buena voluntad y disciplina.

Segundo: un niño puede aprender a tocar desde muy temprana edad, en algunos casos los niños comienzan a leer el pentagrama musical antes de leer letras.

Tercero: Si se tiene la oportunidad y los recursos el aprender con un maestro de música particular es lo mas efectivo, con una hora semanal (vuelvo a insistir con un buen método) usted se sorprenderá de lo que un niño puede aprender en tres meses.

Cuarto: Si no se tiene la oportunidad y los recursos se puede optar por la escuela de música (Conservatorio nacional de música) a donde quien quiere aprender lo hace con un poco de dedicación e iniciativa. El método utilizado aquí es el solfeo de los solfeos que aunque es muy antiguo es uno de los mas usados.

Quinto: muchas iglesias hoy día ofrecen academias de música a donde se puede aprender lo básico, esto dependerá de que clase de sistema se use.

Sexto: Es imprescindible que al empezar a tomar clases de música se aprenda primero a leer el pentagrama, con o sin el instrumento, pues si aprendes solo desarrollando el oído te limitaras luego, y las personas con poca hablididad no tendrán mayor oportunidad de aprender.

Séptimo: Se ha comprobado que casi toda persona puede aprender a tocar un instrumento, no queriendo decir con esto que todos serán profesionales y aptos para ministrar delante de la congregación, pero si que todos pueden llegar a tocar si se dedican.

Por ultimo la música Cristiana esta evolucionando y tomara diferentes formas, expresiones y estilos pero lo fundamental siempre será lo mismo, El contenido… La palabra de Dios, con Fe, esperanza, amor, y verdad que en realidad es lo que cambia al hombre y a la humanidad. David puso a sus músicos no solo a tocar, sino a profetizar y a ministrar delante del pueblo y de Dios, hoy necesitamos esa clase de músicos en nuestras iglesias, que ministren y que profeticen con sus instrumentos.

Si estas palabras motivan tu vida para aprender a tocar un instrumento o iniciar en tu familia una tradición musical, en hora buena, pero debemos saber que a ese conocimiento musical debemos agregar lo mas importante, La UNCION que solo viene en la búsqueda de su presencia, si desarrollamos músicos excelentes con el conocimiento de su presencia y su UNCION tendremos una generación que cambiara la historia no solo de la iglesia sino de los Países del mundo. Creo que el invierno en la Iglesia ya paso, la lluvia se fue, se oye la voz de la tórtola y el tiempo de la CANCION ha venido… (Cantares. 2:11-12)

Tomado de www.juancarlosalvarado.com

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