domingo, 30 de enero de 2011

El amor a la música sobrevive a la amnesia más severa

Oliver Sacks ha escrito un artículo para el diario The New Yorker sobre cómo la habilidad musical sobrevive aun a las más severas amnesias. En el artículo hace referencia al famoso caso de Clive Wearing.

Clive Wearing, es un británico estudioso de la música clásica, conductor y tecladista que sufrió un caso grave de amnesia retro-anterograda, una conjunción de amnesia retrógrada y anterograda. La mas conocida es la amnesia retrograda, donde se olvidan los recuerdos pasados mientras que la amnesia anterograda implica una dificultad para formar nuevos recuerdos. Los hechos son retenidos en la conciencia por lapsos muy breves (minutos o segundos nada más) y luego se desvanecen sin llegar a formar nuevos recuerdos.

La amnesia del británico fue causada por una encefalitis herpética, un virus que en su caso ataco varios centros importantes del cerebro relacionados con la memoria, tales como la amígdala y el hipocampo, la primera relacionada con los aspectos mas afectivos de la memoria y el segundo involucrado en la memoria de largo plazo. De su vida antes del accidente recuerda muy poco, sabe que tuvo e hijos pero no puede retener sus nombres.

Sin embargo y a pesar de lo grave de su enfermedad, su capacidad musical no ha sido afectada, aunque no tiene recuerdo de cómo ni cuando adquirió estos conocimientos.

La vida de esto hombre ya ha sido objeto varios estudios científicos, dos documentales y recientemente su esposa ha publicado un libro llamado “Forever Today”.

Oliver Sacks, un neurólogo famoso, afecto a escribir libros amenos y sensibles sobre los mas extraños casos neurológicos esta preparando un nuevo libro llamado “Musicofilia” donde incluirá, entre otros casos, parte de la vida de este hombre.

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